Presentamos una serie titulada "Estamos bajo techo", un conjunto de escritos de nuestra gran amiga Susana Freire García, ella nos comparte esta serie para que la gente de Quito pueda conocer más sobre la milenaria ciudad.
“Estamos bajo techo”
Parte I
Para los peatones que a diario transitan por el centro de
la ciudad, puede pasarles inadvertida la presencia de una casa ubicada en la
esquina de las calles Benalcázar y Chile (en la que actualmente funciona la
Joyería Vanitex). Sin embargo, la misma es dueña de una historia que forma
parte del acervo cultural de Quito, y que hoy merece ser conocida por su legado
y trascendencia, ya que por ella han pasado desde políticos y militares, hasta
poetas, músicos y creadores, sin dejar de lado la figura de una de las mujeres
más brillantes y polifacéticas que ha tenido Quito.
En el año de 1816, los hermanos José e Ignacio de
Veintemilla compraron esta casa para convertirla en su residencia familiar.
Hacia 1870 la vivienda fue completamente remodelada por el arquitecto danés
Thomas Reed, a fin de que estuviese a
tono con las necesidades sociales de sus dueños. Seis años después, el General
Ignacio de Veintemilla se convirtió en Jefe Supremo, y por ende en el hombre
más poderoso del país. Su ascenso al poder estuvo rodeado de cuestionamientos
de toda índole, y la estabilidad de su gobierno pendía de un hilo. En medio de
este difícil panorama, una presencia cautivadora llegaría a esta casa, para
hacer de ella algo más que una suntuosa vivienda. Su sobrina Marietta de
Veintemilla (1858- 1907) que había
quedado bajo su tutela debido a la muerte de sus padres, egresó del Colegio
Sagrados Corazones en donde estuvo interna, y a los 17 años se instaló en la
casa familiar. Ya en las aulas del colegio sus talentos artísticos eran
conocidos, y la joven estaba decidida a seguir cultivando los mismos. A diario
recibía lecciones de canto y piano de parte del reconocido maestro Aparicio
Córdova, quien apreciaba las grandes condiciones de su alumna. Motivada por su
deseo de oxigenar el ambiente cultural quiteño, organizó entre 1879 y 1881
elegantes bailes y recepciones, a más de reuniones literarias en donde tenían
cabida connotados escritores ecuatorianos.
Sin embargo las ambiciones políticas de su tío, dejaron
en segundo plano la rica vida cultural que Marietta desarrolló en la residencia
familiar. El 26 de marzo de 1882, el General Ignacio de Veintemilla se proclamó
dictador, provocando una serie de cruentos enfrentamientos que acabaron con la
rendición de las tropas gobiernistas el 11 de enero de 1883. Tras permanecer
ocho meses en prisión, Marietta de Veintemilla recobró su libertad. Rodeada de
varios quiteños que se habían agrupado en las afueras de la casa del Conde
Boutaud donde se encontraba alojada, la joven mujer alzo un pañuelo blanco en
señal de despedida. Antes de subir al carruaje que le llevaría hacia su destino
final, observó por última vez a la ciudad que tanto amaba. Con valentía secó
sus lágrimas, y emprendió el viaje para exiliarse en Lima.
(Continuará)
1 comentario:
MUY INTERESANTE ESTA,LEYENDA ESPERAREMOS EL FINAL AGRADESCO,SU COMPARTIR SE NOTA EL ORGULLO QUE SIENTE POR SU <QUITO< FELOCITACIONES, CON CARIÑO
AMANDA
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